El día judío de la expiación, Yom Kipur, es una de las dos únicas festividades judías que celebro. A pesar de su solemnidad, es mi fiesta favorita, porque me parece la más sana y sabia. En este día de desconexión del ruido de la vida cotidiana y de tranquila contemplación, los judíos que lo observan ayunan durante 24 horas, no realizan ningún tipo de trabajo, no encienden ningún aparato eléctrico, no conducen, reflexionan sobre su comportamiento del año pasado, y piden perdón por sus pecados.

Los palestinos en Gaza y Cisjordania están siendo asesinados por bombardeados, francotiradores, inanición, enfermedades no tratadas y agotamiento. Está a punto de producirse una masacre selectiva en Rafah que el mundo espera con pavor. Dado que a los periodistas no pueden ingresar a Gaza, ni siquiera conocemos la verdadera escala ni la mayoría de los detalles del genocidio de los palestinos perpetrado por el autoproclamado "Estado judío" desde el 7 de octubre.

Faltan más de 6 meses para Yom Kipur pero ya estoy pensando en ello. Me pregunto cómo reflexionarán mis compañeros judíos sobre el genocidio que se está cometiendo en nuestro nombre. Me pregunto cómo limpiaremos nuestra religión, nuestra cultura, nuestras identidades, nuestras almas, de la obscena tortura y asesinato en masa que están alegremente marcados con la Estrella de David. Se siente como si una pandilla de psicópatas sádicos, miembros de nuestra tribu, nos hubieran manchado a todos con mierda. Me da asco haber nacido judía. Me da vergüenza pertenecer a este grupo en el que hay algunas personas buenas que hacen lo correcto y se oponen a este mal en voz alta, pero la mayoría no.

Siento que cada día es Yom Kipur. Cada día deberíamos estar expiando; incluso aquellos de nosotros que no somos culpables de cometer, apoyar o excusar un genocidio, porque no hemos podido detenerlo. Además de seguir gritando contra estos crímenes, parece que la expiación por los pecados de nuestra tribu -- una tribu con la que nunca sentí una fuerte conexión en primer lugar, pero a la que ahora me siento atada para siempre debido a los insondables crímenes que han cometido en mi nombre -- es lo único que podemos hacer.